Según el Banco Central de Reserva del Perú, en el 2020, la inflación llegó hasta un pico de 8,46%, su nivel más alto en poco más de dos décadas, y apenas cuatro años después de la pandemia se espera que se normalice y cierre en 2,2%.
Una inflación regularizada es cuando el Índice de Precios al Consumidor se mueve entre el 1% y 3%, el rango meta establecido por el ente emisor.
Así como el BCRP, diversos frentes estiman que el IPC se acomodará cerca del 2,0%.
Así, para el corriente esperan que llegue a 2,2% debido a la menor incidencia de fenómenos climatológicos, como El Niño, sobre los precios de los alimentos.
Velarde enfatiza que el repunte de febrero responde a sucesos temporales como el incremento de las tarifas de agua potable o valores del pollo ante las olas de calor, considerando que en enero ya se había llegado al límite superior del rango meta (3,01%) pero hacia el segundo mes subió a 3,3%.
Por otro parte, desde el BBVA Research indica que la inflación tomará una tendencia declinante porque tampoco habrá presiones de demanda sobre los precios, ya que la actividad económica comienza a recuperarse gradualmente.
Además, al comparársela interanualmente con una base más elevada y el rezago de las amenazas climatológicas, el IPC culminaría en 2,6% este año; y ya para el siguiente aguardan que la inflación retroceda a 2,4%.
Julio Velarde, comentó que Perú se mantiene como uno de los países con la inflación más baja a nivel regional, aun teniendo la menor tasa de interés referencial la cual escaló a un histórico 7,75% y ahora está en 6,25%.